Las sociedades gastronómicas en San Sebastián son, sin duda, uno de los grandes pilares de la cultura de la ciudad. A continuación, te comentamos su origen, su evolución y por qué han conseguido convertirse en una de las señas de identidad de la Bella Easo.
El origen
En la segunda mitad del siglo XIX, era habitual que los trabajadores de la ciudad se reunieran en las tabernas para comer tras la jornada laboral. La sobremesa se alargaba durante horas, lo que provocó que el ayuntamiento optase por imponer un horario de apertura y cierre que permitiera mantener mejor el orden público.
La reacción de los trabajadores fue crear sus propios locales para comer sin tener que prestarle atención a ningún tipo de horario. Además, al ser socios y dueños del local al mismo tiempo, iban a ahorrarse una interesante cantidad de dinero por lo que la idea no tardó en convertirse en una realidad.
La importancia de los txokos
Esta palabra del euskera es la que designa a los salones perfectamente equipados en los que los socios degustan los platos preparados en la cocina de la sociedad. En el fondo, no dejan de ser restaurantes de uso particular en los que resulta muy sencillo pasárselo en grande mientras se degustan los mejores platos de la gastronomía vasca.
Las sociedades gastronómicas y su papel en la sociedad donostiarra
Resulta imprescindible especificar que estas sociedades no se limitan a hacer actividades de uso exclusivo. También colaboran activamente en la vida de la ciudad. Así, participan en la famosa tamborrada y en otros actos en los que su granito de arena es imprescindible para que se conviertan en un éxito.
¿Cuáles son las más conocidas?
La Unión Artesana abrió sus puertas en 1870 y sigue en activo. Otras como La Fraternal sigue siendo el mejor ejemplo de la influencia de la historia en esta magnífica manera de pasar un rato agradable acompañado de amigos.
Otras curiosidades
Si bien estas sociedades fueron creadas para el uso exclusivo de los hombres, en la actualidad se permite la entrada a mujeres aunque no pueden cocinar. Es importante resaltar que hay sociedades de este tipo en diversas partes del mundo. La emigración vasca a países de Latinoamérica provocó su proliferación en países como México o Argentina.
En definitiva, pensamos que si tienes la suerte de ser invitado a alguna de estas sociedades no deberías dejar pasar semejante oportunidad. A la comida más tradicional y contundente se le añade la mejor bebida, la bonhomía y, por supuesto, las canciones que rematan la velada. La próxima vez que visites Donosti ya sabrás algo más al respecto de la vetusta cultura de una ciudad que nunca dejará de sorprenderte positivamente.