La Gilda es el nombre de uno de los pintxos más famosos que podrás degustar en San Sebastián. A continuación te contamos su origen, a qué se debe su popularidad y todas las actividades que se hacen en torno a esta creación gastronómica que ya tardas en probar.
El origen
La Gilda se creó en torno a 1946 en el bar Casa Vallés (situado en la calle Reyes Católicos). Según comentaban a sus nietos los dueños del local, Antxon y Blas, la idea no fue suya, sino de Joaquín Aramburu, un cliente habitual que era conocido por su apodo, «Txepetxa». Pero, todo sea dicho, su creación fue más accidental que fruto de su creatividad.
En la barra del bar se ponían diversos platos con aceitunas, pepinillos y anchoas. Aramburu cogió un palillo de dientes y fue ensartando los tres aperitivos hasta crear una banderilla única. Los arriba citados probaron este invento y comenzaron a servirlo desde entonces.
¿Por qué se llama así?
La invención de este pintxo coincidió con el famoso festival de cine que se celebra en Donosti. La película estrella de este evento fue Gilda, protagonizada por Rita Hayworth. Al ser la protagonista picante y muy salada, sin olvidarnos de que la cinta fue considerada como verde por la censura franquista, el apelativo estaba cantado.
Una popularidad al alza
A pesar de su sencillez, este pintxo ha logrado convertirse casi en un símbolo de la ciudad. Es más, en 2015 se creó el día de la Gilda, que se celebra en toda la provincia de Guipúzcoa en diciembre. El objetivo es que todos los locales que lo deseen participen aportando su versión particular de este singular aperitivo.
Como es lógico, la base siempre es la misma, pero la calidad de los ingredientes, el punto de marinado y la combinación en cada palillo provocan que la conjunción de sabores sea tan distinta como recomendable.
Te recomendamos que la próxima vez que visites Donosti no te olvides de pedir una Gilda en cualquier bar. Si puedes pasarte por Casa Vallés, mejor que mejor, ya que allí siempre te aportarán algo nuevo sobre esta curiosa forma de tomar el aperitivo. No te olvides combinarlo con un buen vino y tampoco de probar el resto de pintxos de la barra que escojas para que tu experiencia gustativa sea la más adecuada.
Imaginamos que «Txepetxa» jamás se imaginó que lo que hacía para ahorrar tiempo se convertiría, varias décadas después, en una forma más de descubrir los encantos de la particular gastronomía de San Sebastián. A buen seguro, tú también caerás ante los encantos de la Gilda cuando pruebes tan mágica combinación de sabores picantes y salados. ¿Te animas a conocerla en tu próxima visita a Donosti?